viernes, 27 de octubre de 2017

Amplexo

Me arranco los minutos de la vida que me envuelve pensando en la tristeza que en mi ausencia te socava, creyéndome la causa de tu mal, cierro la boca e inútil me limito a discutir conmigo mismo.
Llamándote levanto el estandarte de la duda y siento que barajas nominarme responsable, entonces me sepulto para que no puedas verme y acepto firmemente que esto es sólo cosa tuya.
Me arrugo en una esquina y evitando dar señales, acabas asumiendo tu delirio intransferible, concibes el absurdo de luchar contra tu vientre y así como te abdujo, se disipa la demencia.
Se posa lentamente tu fragancia en mis orejas, me giro, doy la vuelta y me acorrala tu sonrisa, no hay brecha en el espacio que haga tiempo a mis reproches, por eso nos fundimos nuevamente en nuestro amplexo.

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